GUATAVITA

A sólo dos horas de Bogotá,éste municipio lleno de leyenda e historia sagrada brinda los visitantes un plan perfecto para una tarde de domingo.

Guatavita es un nombre históricamente asociado con el agua, el oro, las grandes empresas y el recogimiento de espiritu. En lengua chibcha quiere decir fin de la labranza o punto de la sierra; era considerada capital religiosa de los chibchas, en cuya laguna sagrada, celebraban la más pomposa de sus ceremonias que dio origen a la leyenda del Dorado.

A la laguna se llega tomando la viaBogotá- sesquile, y despues de un desvio de unos 7 km, se encuentra el área administrada por LA CAR, en donde los visitantes ingresan al parque natural acompañados de un guía.

El recorrido tiene una duración de hora y media, se asciende unos 100 metros y a traves de varios miradores estrategicamente ubicados se logra una vista totalmente espectacular. El color del agua depende del angulo con que la luz del sol se proyecta en el sitio y de la vegetación de la zona. La profundidad de la laguna aun no se conoce, la laguna tiene una forma cónica y segun un equipo que ingresó, mediante aparatos pudieron determinar màs de 180 metros de profundo.

Al final del recorrido nuestro guia en un acto simbólico preside el ritual de despedida, por el cual separando hombres de mujeres, todos hacemos una oración, encomendandonos a los dioses antiguos y rogando a nuestra divinidad que saque de nosotros todo aquello que nos impide evolucionar, la energia del sitio le da un aire especial y mi amiga y yo en complicidad, sabemos perfectamente que éste era el sitio ideal, para olvidarnos de tantas tonterías y desconectarnos por una tarde de todo.

Pero el día sigue con la visita al pueblo de Guatavita a otros 7 kilometros, pueblo que tuvo un nuevo nacimiento a partir del 15 de septiembre de 1967. Las casas de arquitectura colonial enmarcan el resurgir de una ciudad que esconde una tradición milenaria.

Aqui se pueden encontrar artesanias especialmente tejidos de lana virgen, articulos de barro y cobre. Aunque ya no es posible observar el antiguo pueblo desde un obelisco ubicado cerca a la plaza ya que el agua ha llegado a niveles más altos, este pueblo tiene miradores que dan hacia la represa y su vista es también muy especial.